Un joven de 19 años fue detenido en Buenos Aires acusado de liderar una banda que desviaba grandes cantidades de dinero desde webs de transferencias, como DineroMail.
Su método era de infectar las computadoras de las víctimas con un malware para interceptar transacciones financieras online, es decir que este software detectaba los datos cuando alguien usaba páginas de envío de dinero o una tarjeta de crédito.
El reporte de la policía estima que el joven se apoderaba de cerca de $50.000 dólares al mes, que eran cobrados por sus socios en la ciudad de Rosario.
La policía consiguió rastrear la IP del joven y llegaron a su casa en en el barrio de San Cristóbal en Buenos Aires, donde según describieron, encontraron una varias Computadoras con capacidades de cálculo muy superiores a las corrientes, cables de conexión especiales, servers rackeables, routers y 14 Discos Duros.
Todo comenzó a partir de una denuncia de un empresario que utilizaba el portal de transferencia Dineromail. La procuradora Alejandra Gils Carbó, en ese entonces fiscal de Instrucción, ordenó la investigación a la policía.
“Los usuarios de internet resultaban víctimas de una infección con un virus informático del tipo ‘malware’ (troyano) que el hacker alojaba en un servidor de descargas de aplicaciones para juegos online”, explicó una fuente de la investigación.
Además de intervenir varios teléfonos, la investigación incluyó el análisis de los mails involucrados y los portales atacados, el rastreo de direcciones IP y el estudio de los registros de conexión, lo que arrojó un domicilio porteño, en Juan de Garay al 3200. Allí vivía el hacker con su familia.
Mientras, la persona encargada de cobrar el dinero vivía en Rosario, en una casa que también fue allanada. Sin embargo, esa vivienda tenía una red de cámaras para controlar toda la manzana, por lo que la policía tuvo que cortar la energía eléctrica en la zona para poder operar y evitar que el hacker destruyera las pruebas.
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Via Infobae