El momento más freak de la alfombra roja en los Premios Grammy 2012 lo protagonizó la joven cantante Nicki Minaj, nominada a dos premios entre ellos la de Mejor Nueva Artista, quien acudió hasta el Staples Center de Los Ángeles vestida con un traje en rojo intenso creado por Atelier Versace que emulaba el hábito de monja.
No conforme con su atrevido look Minaj bajó de su limusina de la mano de un anciano hombre disfrazado de papa y reemplazó a Lady Gaga como la sorpresa estética de la noche.
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Via ABC