Todos alguna vez de niños odiamos ver a dos adultos darse un beso en la boca, y el beso de recién casados que se dieron el príncipe William y Kate Middleton no fue la excepción. Pobre niña debió serle muy incómodo compartir el balcón ante semejante situación. Ella prefirió taparse las orejas para así ni siquiera escuchar nada sobre ese beso
Al menos a la otra niña (que parece ser un poco mayor) el beso si le alegró bastante.