La actual princesa de Inglaterra, Kate Middleton, sorprendió a su llegada a la abadía de Westminster, luciendo un vestido color marfil y no blanco, cuyo diseño mantuvo en secreto por largo tiempo.
Kate Middleton escogió un vestido color marfil con cuello de encaje diseñado por Sarah Burton, de la firma Alexander McQueen, ceñido, con escote “corazón” y una larga cola de 2,70 metros.
Además vistió un velo de tul ceñido de 1936, cedido para la ocasión por la reina Isabel II y llevó un encaje en las manos tejido a mano, típico de una tradición victoriana.
Es la primera vez que una novia de la Casa Real no viste de blanco para su matrimonio.