Maria Jose Cristerna es mexicana, y trabaja de tatuadora profesional. Ella se hizo un cambio de look extremo con tatuajes, cuernos con implantes de titanio en la frente, aros, una prótesis de colmillos (para parecer una mujer vampiro) y demás perforaciones en su cuerpo luego de atravesar momentos difíciles en su vida.
Tras ser víctima de violencia doméstica ocasionada por su ex esposo, la mexicana María José Cristerna (35 años) decidió transformar su cuerpo en algo extremo.
Ella es madre de cuatro niños y es considerada una de las personas más tatuadas del mundo, y en su página personal de Facebook ya tiene más de 5000 amigos.
Video de Maria Jose Cristerna
Maria Jose Cristerna es originaria de Guadalajara. Ella es abogada, quien luego de vivir un episodio de maltrato por parte de su ex esposo decidió cambiar su vida por completo.
Su miedo la llevó a expresarse con su cuerpo y su mensaje es el de dar voz a aquellas mujeres que han sido maltratadas.
Luego de un fallido matrimonio y por casarse siendo muy joven (17años) se dedicó a la profesión de tatuadora y en 10 años cambió su rostro y, aunque algunos la consideran loca, ella se define como una persona normal e inteligente.
Ella dice:
Yo sufrí en carne propia el maltrato familiar y a raíz de eso en mi vida personal hubo muchos cambios, el principal es que soy feliz de ser lo que soy. Lo único que quise con esto fue el sacar el interior hacia el exterior, esto termina de esta manera (…). Busco lo que quiero pero con responsabilidad, soy madre de cuatro hijos y soy una persona responsable y todo lo que hago trato de que no tenga ni una consecuencia.
Soy una mujer normal y lo he logrado porque antes nadie hablaba de mí y ahora me conocen a nivel internacional. He viajado por el mundo sin temor de que me discriminen, al contrario, todos me quieren conocer.
Con mucho respeto a su persona (pues en Aeromental apreciamos su libertad de querer sentirse bien con lo que hizo con su apariencia, es una libertad privilegiada) nos es inevitable hacer una inocente broma con respecto a su profesión, porque digo, no será que… ¿algunos abogados son así por dentro?