Una furiosa oleada de protestas finalmente logró sacar al presidente egipcio Hosni Mubarak del poder hoy viernes después de 30 años en el cargo, desatando festejos en las calles y enviando una señal de alerta a los líderes autoritarios del mundo árabe y otros países.
Mubarak, el segundo líder árabe en ser derrocado por un levantamiento popular en un mes, entregó el poder a las fuerzas armadas tras 18 días de inéditas manifestaciones contra la pobreza, la corrupción y la represión, en los que su apoyo militar se evaporó.
El vicepresidente Omar Suleiman dijo que un consejo militar se hará cargo de los asuntos de la nación más poblada del mundo árabe. Elecciones presidenciales libres y justas fueron prometidas para septiembre.
Mubarak, de 82 años, voló con su familia desde El Cairo hacia el centro vacacional de Sharm el-Sheikh.
Los egipcios celebraban eufóricos en un ambiente de carnaval en las calles y la gente se abrazaba en la plaza Tahrir de El Cairo, el principal foco de las protestas. Otros simplemente lloraban de alegría.
Los ciudadanos egipcios dicen:
La pesadilla terminó (un sastre de 65 años)
Ahora tenemos nuestra libertad y podemos respirar y demandar nuestros derechos. En la era de Mubarak, nunca tuvimos un buen día. Con suerte ahora veremos tiempos mejores (un vendedor de 33 años).
El pueblo ha derrocado al régimen. Otros gritaban: “Allahu Akbar” (Dios es grande).
Los egipcios ondeaban banderas, arrojaban fuegos artificiales y tocaban tambores para celebrar este nuevo capítulo en la historia moderna de su país. Los mensajes de texto de felicitación saturaron las redes de teléfonos móviles, mientras las personas de a pie festejaban la victoria del poder popular.
La crisis que derribó a Mubarak fue la peor desde que el rey Farouk, apoyado por Gran Bretaña, fue derrocado por un golpe militar dirigido por un grupo de oficiales en 1952. Los generales han gobernado el país desde entonces.
“Este es el mejor día de mi vida”, dijo el activista de la oposición y ganador del premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, dando la bienvenida a un período de transición de poder compartido entre los militares y el pueblo.
Banco Suizo: Las autoridades suizas dijeron que habían congelado los fondos que podrían pertenecer a Mubarak.