Esta es mi escena favorita de la película Laberinto (1986). Sarah (Jennifer Connelly) tiene que rescatar a su hermanito de Jareth el Rey Goblin (David Bowie), para lo que tiene que atravesar un laberinto en 13 horas para llegar al castillo.
Al inicio de su recorrido, y sin saberlo, ella ya estaba tomando el atajo directo al castillo, pero irónicamente el gusano le aconseja que no vaya por esa ruta.