En época de estas fiestas decembrinas a muchas personas les gusta decorar sus residencias con luces navideñas para poder disfrutar y contagiar el espíritu navideño con la vecindad. Pero por lo visto, uno se puede dejar llevar y acaba poniendo demasiadas luces.
En el siguiente video verán como se te puede salir de las manos y terminas teniendo más luces que Las Vegas:
Es un caos visual donde ya no se puede apreciar nada. Ningún exceso es bueno.
Esa casa debe consumir más electricidad que todo el barrio junto. Después del gusto viene el susto, la cuenta de luz no les será nada agradable