De niño me acuerdo que me gustaba jugar a las escondidillas, uno debe taparse los ojos, contar hasta 10 0 20, mientras los demás corren a esconderse. Lástima que esta pareja de niños esten jugando en un pequeño apartamento sin amoblar, donde sólo hay 4 paredes y una columna.
La inocencia de la niña me mata. Es genial.