Esta tierna niña llamada Maya hace una muy completa y honorífica ceremonia de la muerte de su pecesito: Lucky. Realmente ella tomó la muerte como un proceso de la vida de su pez y esta convencida que largándolo por el inodoro se irá al paraíso de los peces a encontrarse con otro pez, Marlond, que también se les murió antes.
Me gustó la parte que dice:
Lucky, estarás con nosotros por siempre, porque te tomamos una foto.
La muerte de una mascota nunca fue tan adorable. Gracias Maya.
Los padres sin embargo no parecían tan inteligentes ni elocuentes (en especial la madre), seguro la niña salió a los tíos 