El campeón de skateboarding, Bob Burnquist, llevó su pasión al extremo al construir una de las rampas más grandes del mundo por donde deslizarse y además realizar saltos de acrobacia. Lo hizo en su patio trasero (un mega patio).
La rampa es más grande que una cancha de Fútbol Americano.
La escena me trajo recuerdos del capítulo de Los Simpsons donde Homero por accidente salta en patineta todo un acantilado, tratando de pasar y fallando en su intento.