Recuerdo que en los inicios de mi adolescencia tenía una gran colección de cassettes. En casa aún no contaba con un equipo de sonido que traiga reproductor de CDs, y las radios apestaban. La mejor manera de poder grabar los éxitos de moda era sintonizar por la Tv un programa de pedidos musicales los domingos, agarrar mi radio-grabadora para situarla justo enfrente del parlante/bocina esperando a que pasen el vídeo musical y pueda grabarlo en mi Cassette de Grandes éxitos del Mes.
Era divertido ver si comprar un cassette de 60 o 90 minutos. Si las canciones serían realmente buenas, era mejor comprar uno cromado y más caro.
Ya después en casa compraron un moderno equipo de sonido con plato de 5 CDs, radio digital, doble cassettera y ecualizador con efectos. Fue entonces cuando compré mis primeros 5 CDs, obviamente originales, en esa época no habían CDs en blanco. Recuerdo que compré Joyride de Roxette, Greatest Hits II de Queen y Happy Nation de Ace of Base.
Actualmente considero que la época de los CDs esta por morir. La mayoría bajamos las canciones de Internet y si las queremos escuchar fuera de la computadora tenemos iPods o los otros cientos de reproductores MP3s portátiles.
Mi primer MP3 lo bajé de Napster. La verdad hasta ahora no encuentro un lugar que me ofrezca la misma cantidad de canciones rebuscadas como lo hacía Napster.
Cada vez se hace más común que si tus amigos organizan una fiesta, ya no ponen su equipo de música para amenizar la pista de baile, agarran la computadora conectada a 4 parlantes/bocinas y Winamp se encarga de todo.
Apple supo apostar bien, el futuro cercano para la música esta en el formato digital, pero aún necesitan aprender a darnos más libertad con los archivos que uno compra, todo DRM apesta. Por lo pronto digo no a iTunes y prefiero ver que hay en Ares. Winamp sigue siendo mi reproductor favorito de canciones, y me gusta usar una versión antigua por lo liviano que es.